Elon Musk ha sido el gran impulsor de la transición a energías limpias, “forzando” la industria automotriz a avanzar más rápido hacia la electromovilidad. No se quedó en su sofá alegando contra el sistema. No se quedó esperando que otros arreglaran el problema. Al contrario, tomó acción y usó el modelo económico imperante a su favor. Actualmente, sigue creando nuevas empresas que prometen revolucionar el mundo. Creando miles de trabajos y transformándose, merecidamente, en el segundo hombre más rico del planeta.